La vitamina D liposoluble es producida por el cuerpo humano a través de la luz solar. Entre otras cosas, es importante para mantener unos músculos fuertes y unos huesos y dientes sanos. Según investigaciones recientes, la vitamina D también parece desempeñar un papel importante en el sistema cardiovascular. También se cree que la vitamina D reduce el riesgo de diabetes y ayuda a prevenir algunos tipos de cáncer. Sin embargo, dado que aún no se dispone de estudios definitivos, estos efectos positivos de la vitamina son sólo especulativos en la actualidad. Sin embargo, es indiscutible que la vitamina D interviene en muchísimos procesos reguladores de las células del organismo de una persona y, por tanto, es indispensable para la salud.
¿Cómo llega la vitamina D al organismo?
Mientras que otras vitaminas se suministran al cuerpo humano principalmente a través de los alimentos, la vitamina D se forma principalmente a partir de la luz solar. En este sentido, el suministro está básicamente asegurado siempre que se garantice una estancia al aire libre lo suficientemente prolongada. Básicamente, basta con tener la cara y las manos irradiadas - tomar el sol durante horas es tan innecesario como visitar un solárium. El organismo también recibe vitamina D a través del consumo de determinados alimentos. Especialmente ciertos tipos de pescado como el arenque o el salmón contienen mucha vitamina D. No existe una respuesta general a la pregunta de cuánta vitamina D es necesaria en la dieta para cubrir las necesidades diarias de una persona. No en vano, las condiciones de vida individuales desempeñan un papel en este sentido, ya que -como ya se ha mencionado- el tiempo que se pasa al aire libre es el principal responsable del nivel de vitamina D.
¿Cómo se manifiesta la carencia de vitamina D?
En caso de carencia grave de vitamina D, los adultos suelen desarrollar
reblandecimiento de los huesos (osteomalacia). Los principales síntomas son dolor óseo y debilidad muscular. Si no se trata rápidamente, aumenta el riesgo de desarrollar osteoporosis. En los niños pequeños, la falta de vitamina D puede provocar raquitismo y deformidades de los huesos y el cráneo.
Las personas que pasan la mayor parte del tiempo en interiores o se cubren completamente el cuerpo al aire libre tienen un mayor riesgo de sufrir carencias, al igual que las personas de piel oscura. Para este grupo de personas, la ingesta de un preparado de vitamina D puede tener sentido tras consultar a un médico.
¿Tiene consecuencias una sobredosis de vitamina D?
Una sobredosis a través de fuentes naturales de vitamina D, como la luz solar y los alimentos normales, es extremadamente improbable. Como mucho, los síntomas de sobredosis son concebibles como resultado de una ingesta excesiva de preparados vitamínicos fuertes. Los primeros síntomas de una sobredosis pueden ser hipercalcemia con náuseas, vómitos y aumento de la tensión arterial debido al mayor contenido de calcio. Si estos síntomas no se tratan, aparecen otros efectos secundarios, como sensación constante de sed, micción frecuente, nerviosismo, debilidad y picor intenso. En el peor de los casos, esto puede provocar una insuficiencia renal total. En este sentido, los preparados de vitamina D sólo deben administrarse al organismo siguiendo las instrucciones de un médico y únicamente en la dosis prescrita.