FDH dieta o baja en carbohidratos - una dieta siempre significa un cambio a largo plazo de la dieta. La flora intestinal desempeña un papel importante en la consecución del peso deseado. Si los intestinos están sanos y poblados de las bacterias adecuadas, la pérdida de peso también funcionará. Por eso es tan importante regular la flora intestinal aportando las fibras alimentarias adecuadas. Las sustancias solubles como la inulina no sólo garantizan una flora intestinal equilibrada, sino que también provocan una sensación de saciedad duradera y favorecen la digestión. Esta es otra de las razones por las que la inulina se considera un "adelgazante secreto".
Las bacterias intestinales influyen en el comportamiento alimentario
El intestino está colonizado por billones de bacterias que se encargan de descomponer los alimentos y producir enzimas, vitaminas y productos metabólicos que el propio organismo no puede producir. Según han descubierto investigadores estadounidenses, existen bacterias especiales en el intestino que influyen en la producción de energía a partir de los alimentos. También son responsables de controlar la sensación de hambre y saciedad, por lo que también controlan el peso corporal al mismo tiempo.
A las personas que tienen muchas bacterias con altos requerimientos calóricos en el intestino les resulta más difícil adelgazar. "Sin embargo, según los expertos, con mucha fruta, verdura e inulina se puede reducir el número de estas bacterias en el intestino. Recomiendan una dieta equilibrada con mucha fibra natural. Esto puede combatir activamente a los malos metabolizadores de los alimentos y facilitar así la pérdida de peso.
Adelgazar con fibra dietética natural
Quienes ingieren mucha fibra dietética durante una dieta consiguen más rápidamente una satisfactoria sensación de saciedad. Si, al mismo tiempo, se utilizan preparados que contienen inulina de la tienda de dietética, el proceso digestivo se pone en marcha y los kilos desaparecen casi por sí solos.
La inulina es una fibra dietética soluble probiótica que se encuentra, entre otros, en el salsifí negro y la achicoria. Según los expertos, esta sustancia se encuentra principalmente en alimentos que "no suelen estar en el menú de muchos hogares". Sin embargo, esta sustancia ayuda a llevar una dieta sana sin pasar hambre. La inulina puede mezclarse con yogur, muesli o leche, y es una alternativa saludable por su bajo contenido calórico, de dos calorías por gramo.
La inulina toma su nombre de la planta elecampane, también conocida como Inula helénium en latín, en la que se descubrió la sustancia por primera vez en 1804. Hoy se sabe que la inulina es un polímero natural de la fructosa y que muchas plantas la sintetizan. Se trata de un polisacárido natural elaborado a partir de la fructosa.
La inulina también se encuentra en muchas plantas. En ellas, esta sustancia hidrosoluble sirve como almacén y portador de energía. La inulina abunda sobre todo en plátanos, ajos, chirivías, cebollas y cereales.
Nuestro organismo no es capaz de producir por sí mismo la enzima inulinasa, que es la base de la inulina. Por eso, la ingesta de grandes cantidades de inulina puede provocar molestias gastrointestinales como diarrea y flatulencias. Se recomienda una integración gradual en la dieta. La inulina no tiene otros efectos secundarios, por lo que su consumo regular también es seguro. El propio intestino no puede utilizar la inulina, pero determinadas bacterias intestinales como los lactobacilos (bacterias del ácido láctico) son capaces de digerir la sustancia.