Bienestar altamente dosificado...

Mientras tanto, el agotamiento, la diabetes, la depresión y la obesidad son algunas de las enfermedades generalizadas debidas a la dieta actual, en la que predominan los alimentos producidos industrialmente. Asimismo, la falta de ejercicio, así como el estrés excesivo en la vida cotidiana y la enorme contaminación ambiental son razones por las que las personas padecen estas enfermedades generalizadas.

Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), la depresión en particular es una de las enfermedades más extendidas, cuyo alcance y efectos subestima la mayoría de la gente. En la actualidad, alrededor del 5% (unos 3,1 millones de personas) de la población adulta padece una depresión que requiere tratamiento. La depresión también puede darse en algunos adolescentes (hasta los 18 años) o en personas mayores a partir de los 65 años.

La depresión reduce la calidad y el disfrute de la vida

El curso de la depresión suele prolongarse durante un periodo de tiempo más largo, como semanas, meses o incluso varios años. Si la persona afectada no busca tratamiento a tiempo, es posible un curso crónico de la enfermedad. En este caso, la duración de la recuperación suele ser mayor que en el caso de una enfermedad no crónica.

La depresión se manifiesta de diversas maneras. Sin embargo, los principales síntomas de esta enfermedad son el pesimismo y los pensamientos negativos sobre la vida cotidiana, la vida en general y sobre uno mismo. Los afectados sufren sentimientos permanentes de culpa y autorreproche y suelen no ver sentido a sus vidas. La salud y la satisfacción suelen estar muy lejos para ellos y les resultan inimaginables en este momento.

La depresión reduce considerablemente la calidad y la alegría de vivir de los afectados. La presión del sufrimiento puede llegar a ser a veces tan alta que los pacientes empiezan a pensar en el suicidio o incluso a intentarlo. La mitad de las personas que padecen esta enfermedad cometen al menos un intento de suicidio a lo largo de su vida. Alrededor del 15% de las personas que padecen depresión grave mueren por suicidio.

Además, la depresión puede llevar a situaciones potencialmente mortales si se produce pérdida de apetito y reducción de la ingesta de líquidos durante el curso de la enfermedad. Además, la depresión puede alargar el proceso de curación de enfermedades como la diabetes o las cardiopatías.

Los síntomas de la depresión

Un síntoma llamativo de esta enfermedad es el cambio de comportamiento del paciente. Los afectados suelen retraerse, evitan los contactos sociales y apenas hacen frente a su rutina laboral diaria. Ya no tienen mucho interés por sus aficiones y su cama les sirve cada vez más de refugio. Además, sus expresiones faciales y gestos apenas muestran movimiento. Hablan en voz baja y monótona. Por el contrario, los pacientes con depresión agitada están inquietos, desesperados y parecen motivados.

La depresión también se nota físicamente. Los pacientes suelen padecer insomnio, se cansan con rapidez o muestran alteraciones del comportamiento alimentario, como pérdida de apetito. Además, la depresión también puede hacerse sentir a través de molestias físicas generales o pérdida de libido. En general, los afectados tienen poca energía y fracasan incluso en cosas tan sencillas como vestirse.

El tratamiento de la depresión

La depresión se divide en diferentes grados de gravedad, que se determinan individualmente. A partir de ahí se determina el tratamiento adecuado para el paciente. Por regla general, el tratamiento consiste en terapia y la prescripción de antidepresivos. Si la psicoterapia pura es apropiada como tratamiento para la depresión leve a moderada es un punto de debate. Muchos de los fármacos sintéticos suelen tener efectos secundarios indeseables. Con algunos fármacos, éstos conducen incluso a la dependencia. Por este motivo, los médicos alternativos, los naturópatas y los pacientes buscan alternativas puramente herbales.

El 5-HTP ayuda a combatir la depresión de forma natural

La planta trepadora leñosa Griffonia simplicfolia, también conocida como judía negra africana, crece en la selva tropical de África Occidental. Las vainas de esta planta y las puntas de sus flores contienen una sustancia antidepresiva. De ella se extrae el 5-HTP (5-hidroxitriptófano).

El triptófano es un aminoácido que nuestro organismo no puede producir por sí mismo. A partir de este aminoácido se puede formar primero triptófano y después 5-HTP. La 5-hidroxtritamina (5-HT)-serotonina resulta de la acumulación de hidrógeno y de la descomposición del carbono. Así, el 5-HTP es un buen proveedor de serotonina, la llamada hormona de la felicidad.

Si hay una deficiencia de serotonina, a veces se produce ansiedad, depresión o incluso un aumento de la agresividad. Además, la serotonina regula el ritmo del sueño y favorece el funcionamiento de la memoria y, por tanto, también la capacidad de aprendizaje de los seres humanos. Además, la hormona de la felicidad ayuda con la inflamación y el dolor. Las migrañas, la obesidad, el estrés, el comportamiento adictivo, los pensamientos suicidas y el síndrome premenstrual pueden atribuirse a menudo a una deficiencia de serotonina. Esto puede determinarse a partir de diferentes informes de experiencias.

En la Clínica Universitaria Psiquiátrica de Basilea, el Dr. W. Pöldinger demostró la eficacia del 5-HTP en 1991. En el tratamiento de la depresión, no difería en nada de los antidepresivos convencionales en cuanto a su eficacia. Sin embargo, a diferencia de los fármacos de síntesis, tenía muchos menos efectos secundarios. En el caso de la depresión bipolar, se comprobó que los ataques de ansiedad y el potencial de agresividad se reducían y mejoraban considerablemente gracias al aporte de serotonina.

Además, el 5-HTP tiene un efecto positivo sobre la contracción de las arterias y sobre el sistema cardiovascular. Esto se traduce en un apoyo positivo al control de la presión arterial. Además, la serotonina estimula la circulación sanguínea, ya que dilata los vasos de los músculos.

La dosis y la ingesta de 5-HTP

En Alemania, la judía negra africana puede adquirirse sin receta médica como complemento alimenticio en forma de cápsulas o comprimidos. En la mayoría de los casos, se recomienda utilizar al principio un preparado lo más concentrado posible. La dosis elevada al principio garantiza una rápida reposición de los depósitos del organismo. Por regla general, se acuerda con el médico, el farmacéutico, el naturópata o el médico alternativo un momento determinado, tras el cual se toma una dosis más baja con un medicamento menos concentrado.

Por regla general, el medicamento debe tomarse durante un periodo de tres meses, seguido de un descanso de cuatro semanas. Estas cuatro semanas son de regeneración, durante las cuales se mantiene el efecto. En el caso de los preparados más concentrados, debe hacerse una pausa los fines de semana. Esto permite que el 5-HTP desarrolle todo su efecto en el organismo. Esto es comparable a las pausas de entrenamiento de un atleta de competición, en las que los músculos pueden regenerarse y crecer.

Si el paciente ha estado tomando otro medicamento, debe consultar a su médico antes de dejar de tomarlo.

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