El zinc siempre es importante, pero desempeña un papel especialmente importante en invierno. Por lo tanto, éste es exactamente el momento adecuado para ocuparse del zinc y de su propio cuerpo. Todo el mundo debería estar familiarizado con el zinc desde las clases de química, porque es un elemento que se encuentra bajo el número atómico 30 en la tabla periódica de los elementos. Su abreviatura es Zn. Sin embargo, la mayoría de la gente no asocia el zinc más que con un recuerdo de las clases de química. Es una pena, porque el zinc debería desempeñar un papel importante en la vida cotidiana. Muchas personas sufren una carencia de zinc sin saberlo. Sin embargo, hay muchos signos ante los que sólo hay que reaccionar. Una visita al médico no es absolutamente necesaria.
Funciones del zinc
El zinc desempeña muchas funciones diferentes en el organismo. Por ejemplo, desempeña un papel importante en el metabolismo de los hidratos de carbono. Además, el zinc también es importante para varias hormonas. Tampoco hay que subestimar la función del zinc en el metabolismo. Estos pequeños ejemplos deberían haber dejado claro que el zinc es absolutamente necesario para el organismo.
Necesidades de zinc
Sin embargo, rápidamente surge la pregunta de cuánto zinc debe consumirse. Los adultos deben tomar hasta 10 mg al día. En el caso de las mujeres embarazadas y las madres lactantes, este requisito también puede superarse ligeramente. Es importante tomar zinc con regularidad. Sólo cuando el zinc está presente a diario puede el organismo responder a él. El trasfondo de esto es el hecho de que el zinc no puede almacenarse en el cuerpo. Por lo tanto, el cuerpo no puede almacenar zinc, sino que depende de un suministro diario en cantidades suficientes. Por este motivo, la falta de zinc provoca rápidamente síntomas de carencia. El organismo no tiene capacidad para reaccionar ante la carencia y compensarla. Por esta razón, no es beneficioso tomar una gran cantidad de zinc en reserva. El organismo no puede procesar eficazmente más de las necesidades diarias.
Si se observa la población y su dieta, se observa que la carencia de zinc es especialmente notable en las personas que siguen una dieta vegetariana. Estas personas deben asegurarse de tomar zinc en su dieta o recurrir a complementos alimenticios para que no se produzcan síntomas de carencia. Con una dieta normal, el organismo suele recibir suficiente zinc, por lo que no es necesario un aporte adicional. Sin embargo, puede haber circunstancias que hagan que el organismo necesite una mayor cantidad de zinc. En estos casos, se debe seguir una dieta especial o utilizar suplementos dietéticos como alternativa. Las causas son múltiples y sólo pueden insinuarse aquí. Sin embargo, a menudo influye la ingesta de medicamentos. También puede ser necesario tomar mayores cantidades de zinc después de las operaciones. No hace falta mencionar que las enfermedades influyen en el equilibrio de zinc. Por supuesto, una dieta demasiado unilateral también es un problema común. Sin embargo, esta última es una causa que se puede controlar especialmente bien.
La dieta adecuada cuenta
Cualquiera que note que no puede aportar suficiente zinc a su organismo debería prestar atención a su dieta. A menudo, el equilibrio de zinc puede verse influido por una dieta consciente. El trasfondo de esto es el hecho de que los distintos alimentos contienen cantidades muy diferentes de zinc. Por lo tanto, se recomienda especialmente proporcionar al organismo una dieta variada. Una dieta de este tipo garantiza que el cuerpo reciba una gran variedad de sustancias y que no se produzcan síntomas de carencia. Si se quiere hacer una afirmación general, se puede afirmar que los alimentos de origen animal, a diferencia de los de origen vegetal, contienen una mayor cantidad de zinc. Ésta es también la razón por la que los vegetarianos, en particular, sufren una carencia de zinc. En estos casos, sin embargo, el queso puede ser una solución, porque hay tipos de queso que contienen una mayor cantidad de zinc. Si incluso te consideras vegano, puedes influir en tu equilibrio de zinc comiendo mijo o germen de trigo. También son adecuados los guisantes o las lentejas secas. Aunque se trata de alimentos poco populares, pueden integrarse bien en recetas populares.
¿Existe alguna deficiencia?
En consecuencia, ahora hay que preguntarse si el propio organismo está afectado por una carencia de zinc. Las personas que no padecen una carencia pueden continuar tranquilamente con su dieta actual. Para determinar si el propio organismo debe recibir más zinc, hay que distinguir dos diagnósticos diferentes. Por un lado, se puede detectar la concentración de zinc en la sangre. Este examen puede realizarlo el médico de cabecera, que puede pronunciarse sobre el contenido de zinc. Pero quienes rehúyen acudir al médico también pueden observar síntomas típicos de una carencia de zinc. Por ejemplo, depresión, alteración de la percepción sensorial, caída del cabello o uñas quebradizas. Por supuesto, estos ejemplos no son exhaustivos y también pueden tener otras causas. Sin embargo, lo que es seguro es que pueden estar relacionados con una carencia de zinc.
Consecuencias
Si se ha determinado de alguna de las formas mencionadas que se padece una carencia de zinc, se impone una reacción. Ciertamente, un cambio en la dieta puede ser útil. Sin embargo, para responder a una afección aguda, también debe considerarse el tratamiento mediante medicamentos. Esto no requiere receta médica. Sin embargo, estos medicamentos sólo deben tomarse temporalmente en respuesta a una afección aguda. Una solución permanente sólo puede verse en un cambio adecuado de dieta. Al tomar medicamentos, es importante asegurarse de que la cantidad se basa en las necesidades diarias. Sólo después de consultar a un médico deben tomarse cantidades mayores de zinc. En caso de duda, el médico también debe valorar si las mujeres embarazadas necesitan una cantidad adicional de zinc.
Quienes toman zinc en cantidades adecuadas no deberían tener que contar con efectos secundarios. No obstante, siempre hay que observar atentamente el propio organismo para poder reaccionar en caso de anomalías. Es importante que el zinc no se tome como complemento alimenticio durante un largo periodo de tiempo. Sólo debe tomarse durante periodos cortos en respuesta a una carencia aguda.
Conclusión
El zinc desempeña un papel importante para el cuerpo humano. Si existen indicios, debe comprobarse si el propio organismo está suficientemente abastecido de zinc. Para ello puede recomendarse una visita al médico. Sin embargo, si aún no tiene ningún síntoma de carencia, pero su cuerpo tampoco está suficientemente abastecido de zinc, debería -antes de recurrir a los medicamentos- comprobar si un cambio en la dieta no sería suficiente. Sobre todo los vegetarianos y veganos corren el riesgo de padecer una carencia de zinc. Sin embargo, no hay que aceptar esta condición, sino buscar posibles soluciones. A menudo hay alimentos adecuados que pueden integrarse en la dieta. De este modo, el organismo puede recibir suficiente zinc no sólo temporalmente, sino a largo plazo. Sin embargo, si no se pueden reducir los síntomas, hay que pensar en ayudar al organismo con complementos alimenticios. Sin embargo, esto sólo debería ser una solución a corto plazo que puede utilizarse para reaccionar ante síntomas específicos.