Los sustitutos de los productos animales han dejado de ser una novedad y se han abierto camino en supermercados y tiendas de descuento. Sin embargo, aún queda mucho por innovar en este campo. Una de estas innovaciones es la planta de chía, una alternativa rica en nutrientes a la carne y el co. Conocida en EE.UU. como "superalimento", cada vez tiene más adeptos en Alemania.
El poder de las semillas de chía
Las semillas de chía sin gluten forman parte de una planta de salvia originaria de México. Son fáciles de preparar y aportan un equilibrio de los principales nutrientes. La lista de ingredientes saludables se amplía con numerosas fibras, antioxidantes, vitaminas y minerales. Para los veganos en particular, ofrecen una ventaja significativa sobre los productos animales, tanto desde el punto de vista nutricional como ético.
Las semillas de chía son una fuente de proteínas y hierro de alta calidad. La proporción de los principales nutrientes que contienen -es decir, hidratos de carbono, proteínas y grasas- se corresponde casi exactamente con las recomendaciones de la Sociedad Alemana de Nutrición (DGE).
Las semillas de chía contienen casi 8 miligramos de hierro por cada 100 gramos, cuatro veces más que la carne. Aportan unas cinco veces más ácidos grasos omega-3 que los que se encuentran en pescados como el salmón. Una dosis diaria de semillas de chía puede cubrir las necesidades de un adulto. También son valiosas fuentes de calcio. Por término medio, 100 gramos de semillas de chía contienen 630 miligramos de este mineral. Esto significa que contienen cinco veces más calcio que la leche entera convencional.
La integración en el menú diario
Quien quiera comprar semillas de chía encontrará rápidamente lo que busca. Por ejemplo, se encuentran regularmente en el surtido (ecológico) de las cadenas de droguerías y se pueden adquirir fácilmente en Internet. Las semillas de chía se conservan durante años sin perder sus nutrientes. En principio, las semillas de chía pueden combinarse con todos los alimentos e incorporarse a una gran variedad de platos, por ejemplo como componente del pan, el muesli, los batidos o los postres. Como son casi insípidas, no tienen efectos adversos en este sentido. Una de las propiedades más llamativas se produce cuando las semillas de chía se mezclan con agua. Como resultado, se hinchan y forman una masa gelatinosa. Puede utilizarse como gelatina. Las semillas de chía también se pueden utilizar como aglutinante y sustituto del huevo, para lo cual hay que molerlas finamente. Una mezcla de una cucharada de semillas con tres cucharadas de agua, que se hincha durante unos minutos, equivale a un huevo.
- dos puñados de lechuga
- 1/2 plátano
- 1 Manzana
- Zumo de una naranja
- 1 cucharada de semillas de chía
Nota: Este batido verde puede variarse de muchas formas con una proporción de mezcla constante de 1/3 de "verde" (por ejemplo, espinacas, hierbas frescas, etc.) y 2/3 de fruta.
Posibles efectos de las semillas de chía sobre la salud
Las semillas de chía son un anticoagulante natural y tienen un efecto regulador de los niveles de azúcar en sangre. Esto significa que pueden ayudar, por ejemplo, a los diabéticos, ya que no sufren hipoglucemias ni subidas repentinas de los niveles de azúcar en sangre. Las semillas de chía también pueden utilizarse para perder peso. Aunque no tienen efecto adelgazante, proporcionan una sensación de saciedad duradera. Esto permite reducir la ingesta de calorías sin privar al organismo de nutrientes importantes. Precaución: las semillas de chía contienen muchas calorías debido a su contenido en grasa natural. Por lo tanto, la mejor manera de perder peso es combinarlas con otros alimentos saludables. Dado que las semillas de chía absorben mucho líquido, paralelamente a su consumo se aplica lo siguiente: ¡beba mucho! Esto puede tener un efecto positivo en el tracto digestivo. Aunque es posible que las semillas de chía produzcan efectos secundarios, como ocurre con todos los alimentos, la probabilidad de que ocurran es muy baja. Los demás efectos de las semillas de chía sobre la salud no pueden determinarse en detalle, ya que aún faltan los correspondientes estudios a largo plazo. Sin embargo, si se tiene en cuenta la información correspondiente sobre su consumo, resultan al menos inocuas.