Dormir desnudo: el programa de bienestar natural para cuerpo y alma

 

Las cualidades saludables y vinculantes de estar desnudo son prácticamente inherentes al ser humano. Aunque ahora se puede demostrar que dormir desnudo es beneficioso para la especie humana, sólo 13% se declaran "durmientes desnudos".

Probablemente fueron las convenciones sociales o la protección contra el frío que se consideraba necesaria, lo que llevó cada vez más a la gente a irse a la cama vestida. Al fin y al cabo, hasta 1500 d.C. no era raro acostarse sin ropa. En nuestras latitudes, sólo se puso de moda llevar camisa por la noche a partir del siglo XVI.

Muchas buenas razones para dormir desnudo

Sin pijamas, camisones y cosas por el estilo, está demostrado que las personas disfrutan de un sueño mucho más reparador, lo que permite al organismo producir menos hormonas del estrés por la noche. Muchas hormonas del estrés favorecerían los antojos de comida al día siguiente y, por tanto, contrarrestarían una dieta sana y equilibrada. Además de favorecer el adelgazamiento, el sueño desnudo permite a la piel respirar profundamente y recuperarse del estrés ambiental. Además, el "hombre" puede producir más esperma gracias a unos testículos más frescos.

Dormir mejor

Un lugar de descanso demasiado cálido, unas mantas demasiado gruesas o la ropa de dormir pueden retrasar o impedir el descenso natural de la temperatura corporal durante el sueño. Las consecuencias son despertares nocturnos más frecuentes y dificultad para conciliar el sueño por la noche. Para recuperarse mejor, es necesario que la temperatura corporal central pueda descender entre un grado y un grado y medio de forma habitual, algo que la ausencia de ropa de dormir puede acelerar y favorecer así un sueño más reparador. El investigador escocés del sueño Chris Idzikowski ha descubierto incluso que una termorregulación corporal alterada mantiene al cerebro cada vez más ocupado. A saber, buscando el fallo.

Mayor conciencia corporal

Como en nuestra época muchas personas ya no están familiarizadas con el hecho de estar desnudas, han olvidado u olvidado cómo sentir con la piel. Al dormir desnudo, el cuerpo puede percibir y sentir muchos estímulos. Ya sea el tejido de la colcha, una fina bocanada de aire o el calor irradiado por la pareja. El alma también aprende a sentirse libre de nuevo. Esto la hace feliz.

Relación reforzada

El contacto de la piel entre las personas favorece la producción de la llamada hormona del abrazo. Esta hormona (oxitocina) favorece la creación de lazos afectivos. Así que los mimos en invierno no solo te hacen feliz, sino que hacen que las parejas discutan menos.

Más sexo

Dado que la oxitocina no sólo favorece el vínculo afectivo, sino también el deseo sexual, puede resultar muy sexy saber que tu pareja desnuda está a tu lado. Además, según la terapeuta sexual y de pareja Rita Schneider, dormir con la pareja desnuda aumenta la cercanía física y emocional. Hay menos obstáculos "materiales" que superar para intercambiar calor corporal y difundir las hormonas de la felicidad.

El contacto con la piel es esencial para la supervivencia

La madre naturaleza siempre ha sabido cuidar a sus hijos. Inmediatamente después de nacer, se les coloca sobre la barriguita de mamá para que se acurruquen y mamen. El contacto con la piel es una base importante para los primeros vínculos afectivos.

Así que si gasta mucho dinero en programas de bienestar diarios para promover la salud y el bienestar, debería probar a dormir desnudo. Garantizado de forma natural y no cuesta ni un céntimo.

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