¿Eres lo que comes?

En los tiempos que corren, la gente se preocupa cada vez más por su alimentación y por llevar un estilo de vida más sano. Sin embargo, muchos comen demasiadas calorías o de forma demasiado unilateral. Pero, ¿cuál es el cóctel de alimentos adecuado para mantenerse sano y en forma durante mucho tiempo?

Una dieta equilibrada no es tan complicada como parece a primera vista. Los alimentos ingeridos en forma de alimentos frescos, a veces ácidos o cocidos al vapor, son ricos en minerales, vitaminas y oligoelementos que el cuerpo necesita para vivir y procesar sin problemas.Para hacer posible una utilización eficaz de los alimentos, el organismo humano necesita una variedad de sustancias. Sin embargo, nadie tiene por qué prescindir de las delicias culinarias. A menudo ayuda pensar un poco en cómo se componen o cocinan los alimentos y, sobre todo, en qué cantidades se consumen.

Los alimentos alcalinos son fundamentales para una buena nutrición

Existe una regla empírica muy conocida según la cual la fruta y la verdura deben comerse cinco veces al día. En el concepto de nutrición alcalina, los alimentos se dividen en distintas categorías que provocan un efecto neutro, alcalino o ácido en el organismo. Las frutas y verduras pertenecen a los alimentos alcalinos, como las patatas o los plátanos. Los alimentos ácidos incluyen cereales como la espelta o el trigo. El café, las bebidas gaseosas, la carne y algunos productos lácteos también entran en la categoría de los ácidos. Los productos neutros son semillas como el trigo sarraceno, el amaranto o el mijo, que además no contienen gluten.

El gluten no es en absoluto insalubre para las personas sanas y éstas no tienen por qué prescindir de él. Sin embargo, la proteína del gluten es perjudicial para las personas celíacas (intolerantes al gluten), ya que provoca dolorosas inflamaciones estomacales e intestinales. En estos casos, se aconseja una dieta baja en gluten o sin gluten.

Otra regla empírica dice que hay que "comer un arco iris cada semana". Así que los colores desempeñan un papel importante en la ingesta de alimentos. Cuanto más colorido comas, mejor. Además de la manzana de siempre, las peras, los tomates o el brócoli son perfectos para una dieta equilibrada. Hoy en día, la oferta de alimentos es tan amplia que también puedes recurrir a frutas y verduras exóticas. Así, cada día se puede variar entre el color, el sabor, la frescura y el origen de los productos. Esto hace que la dieta diaria no sólo sea sana, sino también variada.

Los pimientos, los cítricos, las espinacas y el brécol contienen niveles especialmente altos de vitaminas. El ajo, el pomelo, los rábanos, las cebollas rojas y los berros de jardín contienen incluso antibióticos naturales. Las fresas, los albaricoques, los tomates, la calabaza y las zanahorias contienen carotenoides que protegen la piel de la radiación UV. Las sarponinas, que se encuentran en las bayas rojas, los espárragos y los guisantes, entre otros, son responsables de fijar el ácido biliar y el colesterol. Todas las verduras y frutas tienen también flavonoides y polifenoles. También están presentes en el té, el cacao y tipos especiales de cereales y frutos secos. Pero también se encuentran en las frambuesas, las manzanas, la lechuga de hoja o los melocotones. Estas útiles sustancias ya protegen a las plantas de las influencias externas y, por tanto, también tienen un efecto positivo en el cuerpo humano.

El equilibrio ácido-base del organismo humano debe mantenerse siempre en un equilibrio saludable. Con la elección correcta de los alimentos, se puede contrarrestar la hiperacidez.

La combinación de alimentos debe ser versátil y deliberada. Una dieta sana se consigue con mucha fruta y verdura, grasas buenas e hidratos de carbono, así como mucho pescado y poca carne. El deporte y un estilo de vida saludable son el complemento ideal de una dieta sana.

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