El clásico: L-Carnitina

Muchos llaman a la L-carnitina "quemagrasas" y se recomienda para perder peso. Es un compuesto proteico natural importante para el metabolismo de las grasas. El nombre L-carnitina deriva de la palabra latina carnis, que significa carne. La carnitina se forma a partir de aminoácidos que se encuentran principalmente en la carne roja.

¿Cómo actúa la L-Carnitina?

La L-carnitina es básicamente una sustancia que el organismo produce de forma natural en el hígado, los riñones y el cerebro. El organismo puede sintetizarla a partir de los dos aminoácidos lisina y metionina. Por lo tanto, no es necesario añadirla desde el exterior para garantizar el funcionamiento del organismo. Por término medio, el organismo produce 15 mg al día, mientras que ingiere entre 10 y 70 mg adicionales a través de alimentos ricos en proteínas.

En el organismo, la L-carnitina actúa como una molécula de transporte, ya que garantiza que los ácidos grasos de cadena larga procedentes de la grasa y el tejido muscular lleguen a las mitocondrias. Una vez allí, se queman en un proceso especial denominado betaoxidación.

Los beneficios de la L-carnitina

La L-carnitina puede apoyar una dieta de forma natural y sin efectos secundarios. Ayuda al organismo a obtener la energía que necesita de las células adiposas y garantiza así una mejor combustión de las grasas. Este efecto fue demostrado en 2002 por algunos científicos de la Universidad de Leipzig y confirmado posteriormente por investigadores de la Universidad de Rostock.

Los deportistas de fuerza y fitness también prefieren la L-carnitina porque se tolera muy bien y no supone una carga para el sistema cardiovascular. Con la ayuda de la L-carnitina se puede aumentar la masa muscular en poco tiempo. A los vegetarianos y veganos también les gusta recurrir a la L-carnitina para evitar un aporte insuficiente debido a la falta de consumo de carne.

Además, la L-carnitina refuerza el sistema inmunitario, aumenta el rendimiento de resistencia, favorece la capacidad de concentración y ayuda con la fatiga. Ciertos cuadros clínicos, como la enfermedad de Crohn, también se benefician de una ingesta adicional de L-carnitina. También participa en muchos procesos bioquímicos del organismo de forma directa o indirecta. La L-carnitina puede mejorar los niveles de lípidos en sangre y tener un efecto positivo en las enfermedades cardiacas existentes.

La ingesta de carnitina

Se recomienda tomar L-carnitina con el estómago vacío, si es posible, porque sólo así puede desarrollar todo su efecto. Por regla general, los deportistas deben tomarla antes del entrenamiento. La dosis diaria recomendada es de hasta 2 g repartidos a lo largo del día. Si se toma con sensatez, no suele producirse una sobredosis, ya que el exceso de L-carnitina se excreta sin problemas.

La L-carnitina puede tomarse como suplemento dietético para estimular el metabolismo. En combinación con una dieta equilibrada y ejercicio suficiente, puede favorecer la pérdida de peso corporal y tener un efecto positivo en el rendimiento físico.

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