Muchos expertos en salud consideran que un exceso de sal no es saludable. Incluso la Organización Mundial de la Salud destaca los beneficios de una dieta baja en sal. Pero un estudio reciente pone en duda la mala fama de la sal, afirmando que las personas que consumen poca sal tienen más riesgo de sufrir infartos o enfermedades vasculares. Esto es exactamente lo contrario de lo que se suponía hasta ahora.
Este estudio, denominado "Jama", se realizó en 3.600 personas bajo la dirección de Katarzyna Stolarz-Skrzypek durante un periodo de ocho años. Transcurrido este tiempo, sólo se contabilizaron diez muertes en el grupo con mayor consumo de sal, mientras que cincuenta habían fallecido en las personas con menor consumo. En el grupo intermedio, con un consumo medio de sal, se produjeron 24 muertes. Durante el estudio, también se descubrió que cuanta más sal consumía el sujeto, menor era el riesgo de morir por enfermedad cardiovascular. También se investigó si el consumo de sal influía en la aparición de hipertensión arterial. Sin embargo, la tasa de nuevos casos fue la misma en todos los grupos, independientemente del consumo de sal.La comida sabrosa y bien condimentada ya no se considera poco saludable. Las personas que ya padecen una cardiopatía o hipertensión deben vigilar su consumo de sal. Sin embargo, el consumo de sal no debe reducirse de forma generalizada. Sin duda, un poco de sal en la dieta diaria puede ser bueno para la salud y evita tener que tomar medicamentos innecesarios.